sábado, 26 de abril de 2008

Sant Jaume, la plaza de las quejas



Basta pasearse un día al azar para darse cuenta de que la Plaza Sant Jaume se ha convertido en punto neurálgico de manifestaciones, concentraciones y quejas de lo más variopintas. Lógico, si tenemos en cuenta que en esta dirección se alzan las sedes de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona.



Temps de re-voltes ha pasado hoy por Plaza Sant Jaume para reivindicar una economía alternativa basada en lo local y ecológico que permita, y citan a Gandhi, “vivir con menos para que los otros (y todos en general) puedan sencillamente vivir”. Durante dos meses -empezaron el 10 de febrero-, este colectivo recorre en bici unas 30 localidades de Catalunya para concienciar a la población de que hay que poner en marcha el decrecimiento (económico, se entiende).

Joe se lamenta de dos cosas. Una salta a la vista en la imagen. La otra se la comentaba a uno de los organizadores de Temps de re-voltes. Le recriminaba que le habían quitado protagonismo.

Al rato de desaparecer ambas protestas, un señor que se pasea enfundado en una especie de saco se queja de su comunidad de vecinos y de la indiferencia de los poderes públicos. Según explica, sus vecinos le ignoran y humillan (vive en Hospitalet de Llobregat) desde que se ejecutaron las obras de rehabilitación de su edificio -que incluyó la remodelación del ático, dónde vive- y no estuvo de acuerdo con algunas de las reparaciones. Insiste en la impotencia que se siente cuando lucha un vecino contra toda una escalera. Se molesta, sobre todo, por la vejación moral que afirma sufrir. Asegura que no le dejan hablar en las reuniones de vecinos. Lamenta la dejadez del funcionariado para con estas situaciones en las que la mayoría manda, aunque sean decisiones injustas, argumenta. Dice que, como su caso, miles.

No hay comentarios: