Técnicos del ayuntamiento y del distrito expusieron ayer en la sede de Horta-Guinardó el anteproyecto de remodelación de l’Avinguda de l’Estatut, obra prevista en la Propuesta de Programa de Actuaciones del Distrito (PAD 2009-2011). Cuando finalicen las obras de construcción del depósito de aguas pluviales y del Parque Central de Limpieza –en septiembre de este año- está previsto recubrir la superficie con un parque de unas cuatro hectáreas, dominado por zonas verdes. El anteproyecto tiene un doble objetivo, señalan Carles Casamort, de urbanismo del Ayuntamiento, y Patricia Falcone, de medio ambiente. Por un lado, armonizar el parque con el paisaje mediterráneo y Collserola -pero sin olvidar que se ubica en la ciudad-, y, por otro, convertir el parque en puente entre el barrio de Horta y La Clota, haciéndolo accesible y transitable a pie con facilidad. Según Falcone, con el parque, además, “olvidaremos las infraestructuras que tenemos debajo”. Las asociaciones de vecinos de Horta y la Clota mostraron, en líneas generales, su acuerdo con el anteproyecto. La representante de vecinos de la Clota, Àngels Corsellas, discrepó en cuanto a la amplitud de la acera de la calzada que bordeará el parque y que discurrirá junto a su barrio.
Los técnicos que presentan el anteproyecto dibujan un espacio al tiempo de tintes bucólico –y lo digo sin ironía- y sofisticado. Está previsto plantar diversas especies de arbustos y de árboles ya desarrollados, de hojas caducas en algunos casos para que proyecten sombra en verano y dejen pasar la luz en invierno. También se colocarán aparatos pensados, sobre todo, para que las personas mayores puedan hacer ejercicio moderado, y mobiliario para juegos infantiles en los que el agua cobrará especial protagonismo en verano. Los espacios con juegos serán de temática y edad diversa, individuales y/o grupales y adecuados a niños con necesidades especiales.
El parque será el primero de Barcelona que se iluminará con leds –tecnología de bajo consumo que permite regular intensidad y color. Se instalarán sistemas que van desde farolas a líneas continuas de luz que fluirán sobre los paseos trazados. Se evitará al máximo la contaminación lumínica, y una célula fotovoltaica levantada en el recinto generará energía suficiente para autoabastecer al parque y a las construcciones de sus entrañas, además de vender la electricidad sobrante a la red. La superficie contendrá cinco explanadas, un paseo longitudinal y hasta siete pasos por cada costado del parque para que conecten Horta con La Clota, distribuidos en trayectos rápidos o lentos, según la voluntad del usuario. La explanada más próxima a la plaza de l’Estatut medirá lo suficiente como para acoger eventos del barrio. El parque dispondrá de un carril bici, y en la parte alta, pistas de bolos y petanca, zonas de juego infantil y un quiosco o bar.
Con que l’Avinguda de l’Estatut hace pendiente, las terrazas salvadas por muros serían inevitables, pero los diseñadores del anteproyecto proponen taludes que no superen los 27 grados de inclinación, que “permitan todo tipo de plantaciones”, afirma la representante de medio ambiente. La profundidad desde la superficie hasta el techo del depósito o el centro de limpieza –allá donde se hallen, porque el parque sobrepasará los límites de estos servicios- tendrá como mínimo dos metros, más que suficientes, apuntan los técnicos, para plantar.
Las asociaciones de vecinos de Horta y la Clota mostraron, en líneas generales, su acuerdo con el anteproyecto. Al presidente del club de bitlles del Siuranenc, Toni Solé, no le quedaba muy claro que se pudiera conjugar las pistas con el parque. Los responsables del anteproyecto, al saber las medidas de las pistas, le dijeron que sí. La Asociación de Vecinos de Horta sugirió que se incluyera algún juego para jóvenes, como una canasta de baloncesto o mesa de ping-pong, y fuentes a lo largo del parque; y consultaron si los árboles del perímetro podrían hacer de pantalla sonorreductora. Todo se tuvo en cuenta, y contestaron que las fuentes ya estaban previstas, pero que entre árbol y árbol tendrían que dejar la distancia necesaria para que se desarrollen sin dificultad. Pidieron asimismo que se estudiara la posibilidad de hacer un rocódromo en el foso de la plaza Boticcelli. Los responsables contestaron que tal y como quedará el parque, el foso se aislaría y sería de difícil acceso ya que sólo se podría acceder a él por el pasillo entre cipreses que viene de arriba (en la foto). Ahora se prevé nivelar la oquedad de la plaza.
Àngels Corsellas expuso que la junta de vecinos del barrio de la Clota desea que la acera de la calzada -que discurrirá bordeando el parque por el costado de la Clota- se amplíe a diez metros en lugar de a los seis ahora previstos. Los responsables del proyecto tuvieron en cuenta la demanda pero la desaconsejaron por varios motivos: porque no habrá un tránsito de vecinos numeroso y porque en zonas como el Eixample, en las que la actividad comercial es el común denominador, las aceras son de cinco metros, argumentaron. Corsellas manifestó que seguro que esos vecinos del Eixample si pudieran también ensancharían sus aceras. El distrito y los responsables del proyecto alegaron que aumentar la anchura no salía gratis al proyecto del parque ya que implicaría convertir taludes de inclinaciones suaves en muros. En todo caso, expresó Corsellas, desde La Clota se busca con esa medida alejar el tráfico de su entorno lo máximo posible. Más semáforos evitarán que la nueva calzada de l’Avinguda de l’Estatut -importante arteria de entrada y salida de vehículos de Barcelona- se convierta en una vía rápida, se afirmó en un momento de la exposición.
Los técnicos que presentan el anteproyecto dibujan un espacio al tiempo de tintes bucólico –y lo digo sin ironía- y sofisticado. Está previsto plantar diversas especies de arbustos y de árboles ya desarrollados, de hojas caducas en algunos casos para que proyecten sombra en verano y dejen pasar la luz en invierno. También se colocarán aparatos pensados, sobre todo, para que las personas mayores puedan hacer ejercicio moderado, y mobiliario para juegos infantiles en los que el agua cobrará especial protagonismo en verano. Los espacios con juegos serán de temática y edad diversa, individuales y/o grupales y adecuados a niños con necesidades especiales.
El parque será el primero de Barcelona que se iluminará con leds –tecnología de bajo consumo que permite regular intensidad y color. Se instalarán sistemas que van desde farolas a líneas continuas de luz que fluirán sobre los paseos trazados. Se evitará al máximo la contaminación lumínica, y una célula fotovoltaica levantada en el recinto generará energía suficiente para autoabastecer al parque y a las construcciones de sus entrañas, además de vender la electricidad sobrante a la red. La superficie contendrá cinco explanadas, un paseo longitudinal y hasta siete pasos por cada costado del parque para que conecten Horta con La Clota, distribuidos en trayectos rápidos o lentos, según la voluntad del usuario. La explanada más próxima a la plaza de l’Estatut medirá lo suficiente como para acoger eventos del barrio. El parque dispondrá de un carril bici, y en la parte alta, pistas de bolos y petanca, zonas de juego infantil y un quiosco o bar.
Con que l’Avinguda de l’Estatut hace pendiente, las terrazas salvadas por muros serían inevitables, pero los diseñadores del anteproyecto proponen taludes que no superen los 27 grados de inclinación, que “permitan todo tipo de plantaciones”, afirma la representante de medio ambiente. La profundidad desde la superficie hasta el techo del depósito o el centro de limpieza –allá donde se hallen, porque el parque sobrepasará los límites de estos servicios- tendrá como mínimo dos metros, más que suficientes, apuntan los técnicos, para plantar.
Las asociaciones de vecinos de Horta y la Clota mostraron, en líneas generales, su acuerdo con el anteproyecto. Al presidente del club de bitlles del Siuranenc, Toni Solé, no le quedaba muy claro que se pudiera conjugar las pistas con el parque. Los responsables del anteproyecto, al saber las medidas de las pistas, le dijeron que sí. La Asociación de Vecinos de Horta sugirió que se incluyera algún juego para jóvenes, como una canasta de baloncesto o mesa de ping-pong, y fuentes a lo largo del parque; y consultaron si los árboles del perímetro podrían hacer de pantalla sonorreductora. Todo se tuvo en cuenta, y contestaron que las fuentes ya estaban previstas, pero que entre árbol y árbol tendrían que dejar la distancia necesaria para que se desarrollen sin dificultad. Pidieron asimismo que se estudiara la posibilidad de hacer un rocódromo en el foso de la plaza Boticcelli. Los responsables contestaron que tal y como quedará el parque, el foso se aislaría y sería de difícil acceso ya que sólo se podría acceder a él por el pasillo entre cipreses que viene de arriba (en la foto). Ahora se prevé nivelar la oquedad de la plaza.
Àngels Corsellas expuso que la junta de vecinos del barrio de la Clota desea que la acera de la calzada -que discurrirá bordeando el parque por el costado de la Clota- se amplíe a diez metros en lugar de a los seis ahora previstos. Los responsables del proyecto tuvieron en cuenta la demanda pero la desaconsejaron por varios motivos: porque no habrá un tránsito de vecinos numeroso y porque en zonas como el Eixample, en las que la actividad comercial es el común denominador, las aceras son de cinco metros, argumentaron. Corsellas manifestó que seguro que esos vecinos del Eixample si pudieran también ensancharían sus aceras. El distrito y los responsables del proyecto alegaron que aumentar la anchura no salía gratis al proyecto del parque ya que implicaría convertir taludes de inclinaciones suaves en muros. En todo caso, expresó Corsellas, desde La Clota se busca con esa medida alejar el tráfico de su entorno lo máximo posible. Más semáforos evitarán que la nueva calzada de l’Avinguda de l’Estatut -importante arteria de entrada y salida de vehículos de Barcelona- se convierta en una vía rápida, se afirmó en un momento de la exposición.
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